El Estado constituye, en todo momento, una élite gobernante compuesta por (i) los Parásitos, el aparato full-time de políticos y burócratas que dirigen y manejan el Estado, y (ii) los Aplaudidores, los grupos que han maniobrado para obtener privilegios, subsidios y beneficios del Estado. El resto de la sociedad la constituye el gobernado. Consumidores y pagadores de impuestos.
No importa cuán limitado sea el poder del gobierno, no importa cuán baja sea la carga tributaria o cuán equitativa sea su distribución, la propia naturaleza del gobierno crea dos clases sociales desiguales e inherentemente conflictivas: aquellos que, en términos netos, pagan los impuestos, y aquellos que, en términos netos, viven de los impuestos.
La acción fiscal desigual del gobierno consiste en dividir a la comunidad en dos grandes clases. Una compuesta por quienes, pagan los impuestos, y soportan exclusivamente la carga de sustentar al gobierno. Y la otra, los destinatarios de sus ingresos mediante desembolsos, que son apoyados por el gobierno. Divide a la sociedad entre quienes consumen impuestos y quienes y pagan impuestos.
Los Estados, siempre, y en todo el mundo, han estado dirigidos por un grupo oligárquico de depredadores.
La verdadera y única oligarquía son los Parásitos de los políticos, burócratas y aplaudidores del Estado.
Fuentes:
For a New Liberty, Murray Rothbard, 1973.