Durante los primeros 2 millones de años el hombre vivió en pequeñas bandas o aldeas políticamente autónomas. Alrededor de 5000 a.C., las aldeas comenzaron a integrarse en unidades políticas más grandes, proceso que continuó acelerándose progresivamente, y condujo alrededor del 4000 a. C., a la formación del primer estado de la historia.
Entendiendo por Estado, una entidad política autónoma abarcando muchas comunidades dentro de su territorio y teniendo un gobierno centralizado con el poder de reclutar hombres para la guerra o el trabajo, recaudar impuestos, y decretar y ejecutar leyes. Si una sociedad reúne estas características, es un Estado.
El origen del estado y su proceso de formación no fue un evento aislado y único, sino un fenómeno recurrente. Los estados surgieron de forma independiente en diferentes lugares y momentos. En aquellos lugares y momentos, donde existían las condiciones apropiadas, surgía el estado.
La Teoría de la Circunscripción
El primer evento en la formación de un estado consiste en sobrepasar la autonomía local y establecer unidades políticas de múltiples comunidades. Este proceso empezó hace más o menos 5.000 años a.C., en el Viejo Mundo, y 2.000 años a.C., en el Nuevo.
El estado no pudo surgir hasta que la subsistencia cesó de basarse en alimentos silvestres y empezó a basarse en la agricultura. Con el comienzo de la agricultura, empezó a producirse una cadena concatenada de acontecimientos que, una vez iniciada, culminó en el origen del estado.
Los tres elementos que se combinaron para dar origen al estado fueron, la circunscripción geográfica, la presión de población, y la guerra.
La guerra es un rasgo en la cultura humana que se remonta hasta el Paleolítico, donde fue perseguida por motivos como las acusaciones de brujería, la venganza del homicidio, el desquite por el rapto de la mujer, etc. En gran parte, durante este largo período careció de motivos económicos.
Con la llegada de la agricultura durante el Neolítico, se produjo un gran aumento poblacional, derivando, en algunos lugares, en presión de población. Con ello, la guerra se hizo más frecuente e intensa, y se empezó a dirigir hacia la toma de tierras.
En muchas partes del mundo el aumento de hostilidades ocasionó un proceso de «lucha y fuga». Un grupo derrotado huye, estableciendo una nueva aldea en un lugar más distante y seguro. Mientras existía tierra labrable abundante, este proceso de «lucha y fuga» siguió siendo posible.
En algunas otras partes del mundo, la circunscripción geográfica, o sea, el hecho de que el terreno labrable fuera restringido, limitado por montañas, desiertos, o mares, fue el elemento que facilitó el desarrollo político.
Con el aumento poblacional, la tierra labrable empezó a escasear, y con ello, cada vez con más frecuencia, la guerra se emprendió, no para la venganza, sino para tomar tierra. Poco a poco no quedó a dónde huir. Las aldeas derrotadas no tuvieron más remedio que quedarse fijas.
Las aldeas vencedoras comenzaron a requerir que la población vencida se quedara en su sitio, exigiéndoles que cosecharan más. Estas cosechas extras fueron entregadas a los vencedores como tributo.
La Formación de los Primeros Señoríos
Los jefes guerreros de los pueblos más fuertes empezaron a conquistar y apoderarse de un número creciente de aldeas vecinas, naciendo el señorío, el precursor del estado.
Los prisioneros de guerra, que antes, o no se tomaban, o se mataban después de tomarse, se empezaron a mantener con vida para ser utilizados como esclavos.
Así, surgieron simultáneamente las clases sociales. La clase alta subió sobre las espaldas de la clase baja. Esta surge siempre del grupo de prisioneros de guerra. El pequeño segmento de la sociedad que se apoderó de estos prisioneros de guerra y pudo controlar su trabajo, configura la clase alta.
La estratificación social surge paralelamente asociada al desarrollo del estado. Las diferencias de posición social de las clases reflejan el grado de poder y riqueza que cada una controlaba.
Desarrollo del Señorío
Se establecen señoríos de múltiples aldeas, sobrepasando la autonomía local.
Con el tiempo todas las aldeas autónomas pierden su independencia y son incorporadas a señoríos.
La misma escasez de tierra que los produjo, continua, y, como la población sigue creciendo, se agudiza. La guerra se torna más frecuente y más intensa.
Surge el Estado
Como los combatientes son ahora todos señoríos, la guerra acelera aún más el aumento de tamaño de las unidades políticas. Al mismo tiempo que el número de señoríos en un valle se reduce, su tamaño se incrementa.
Este proceso culmina con la la victoria de uno de los señoríos sobre todos los otros. Se configura una sola entidad política. Donde antes existían docenas o centenas de aldeas independientes, ahora no queda ni una. Todas están subordinadas a una gobernación central.
Los sub jefes militares ahora asumen el papel de administradores de poblaciones. El núcleo del estado, se configura como una superestructura, que surge mientras que un señorío continúa ensanchando territorio y consolidando ganancias.
Esta es la esencia del proceso que dio origen al estado.
La Circunscripción Social.
Mientras la circunscripción geográfica proporciona las condiciones más aptas para la formación del estado, existen algunos casos de origen del estado, que no se pueden explicar sin tomar en cuenta otras condiciones.
Si una región que no está geográficamente circunscrita, pero que sin embargo tiene una población muy densa, las aldeas pueden estar tan cerca una de otra, que casi no quede espacio desocupado entre sus territorios.
Al producirse enfrentamientos y guerras, las aldeas vencidas tendrían que quedarse en sus sitios y sujetarse a la conquista, e incorporarse dentro de entidades más poderosas.
La Concentración de Recursos
Algunas áreas del mundo que no llegaron a generar estados, si produjeron aldeas autónomas o señoríos. Es el caso de las márgenes del río Amazonas, increíblemente ricas en recursos comestibles. Aquí, la causa del desarrollo político tiene como factor básico la concentración de recursos.
Los grupos derrotados aceptaron la pérdida de su independencia, en vez de ceder un hábitat tan ventajoso.
En las márgenes del río Amazonas la concentración de recursos no operó sola, sino junto a la circunscripción social.
Y fue esta combinación de concentración de recursos y circunscripción social, lo que produjo, las condiciones que engendraron señoríos.
Síntesis
El natural crecimiento poblacional produjo presión de población, que, actuando lentamente en áreas de circunscripción social, y más rápidamente en áreas de circunscripción geográfica, condujo a la guerra intensa y a la conquista militar, con todas sus consecuencias.
La integración de los tres factores de circunscripción geográfica, circunscripción social, y concentración de recursos, explican gran parte de los casos del origen del estado.
En aquellos lugares donde la tierra labrable escaseaba y estaba agudamente delimitada, el Estado surgió más temprano. En donde la circunscripción era más floja, surgió más tarde. Por ello, el estado se originó en Egipto y Mesopotamia antes que en el África occidental o en Europa.
El primer sobrepaso de la autonomía local ocurrió en el valle del Tigris-Eufrates. Sin embargo, la unificación política de un valle entero, ocurrió antes en el valle del Nilo que en el valle del Tigris-Eufrates.
El Origen del Estado surge del crecimiento poblacional, la guerra, la conquista y el sometimiento y control de los vencidos.
Fuentes:
A Theory of the Origin of the State, Robert L. Carneiro, 1970.