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El Estado es la raíz sociológica de todos los males

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El Estado es la raíz sociológica de todos los males

El origen, naturaleza y fin último del estado están envueltos por siglos de pensamiento falaz y crudo adoctrinamiento. El Estado es la raíz sociológica de todos los males.

La historia de los Estados muestra que en todas partes del mundo, surgió de la conquista, el hurto y la rapiña. Y que su esencia y objetivo, siempre consistió en la opresión y explotación económica de los dominados.

La razón que explica el origen violento del Estado no es otra que el deseo de satisfacer necesidades económicas.

Medios de Satisfacción de las Necesidades Humanas

La satisfacción de las necesidades y deseos de los hombres, puede llevarse a cabo por medio de dos tipos de medios, radicalmente opuestos. Los económicos y los políticos.

Los medios económicos consisten en el trabajo de cada individuo, y el libre intercambio de trabajo personal por el trabajo de otros, para la satisfacción de necesidades.

Por el contrario, los medios políticos, consisten en la apropiación indebida del trabajo ajeno.

El trabajo y el hurto. El trabajo personal de cada individuo y la apropiación forzosa del trabajo ajeno.

La irrefutable contradicción entre medios económicos y políticos, solo es evidente al considerar los medios mediante los cuales se obtiene el idéntico propósito, la adquisición de objetos económicos de consumo.

Toda la Historia, desde el origen de la civilización hasta nuestros días, presenta un único tema, la lucha entre los medios económicos y los medios políticos.

Uno de los medios no económicos más eficaces para la satisfacción de las necesidades es el propio Estado. Que consiste en la forma de organización de los medios políticos.

El Estado, se puede definir como la organización de una única clase que domina sobre todas las otras, mediante la conquista y el sometimiento, explotando económica a los dominados.

Campesinos y Pastores

La causa de la génesis de todo Estado, es el contraste existente entre campesinos y pastores. Entre tierras bajas y valles. Del conflicto entre campesinos y pastores surge la civilización.

En los albores de la humanidad el mundo estaba constituido por comunidades dispersas de campesinos y nómades.

Los primeros pueblos no tenían Estado porque no se habían desarrollado todavía suficientemente los medios económicos. No había aún nada que robar. Vivian prácticamente en la anarquía.

Los campesinos primitivos cultivaban la tierra. Vivían apegados en asociaciones débilmente organizadas sin un poder único y común, y en libertad. Alejados los unos de los otros, disipados en el terreno. Tenían un carácter pacífico, no eran belicosos, ya que la guerra no mejoraba su condición en manera alguna.
No les surgía el impulso ni tenían la posibilidad de subyugar de forma violenta a los habitantes cercanos.

Los cazadores y pastores nómadas, conseguían sus alimentos de manera distinta.
Su modo de vida hizo que desarrollaran una mayor ligereza y rapidez de acción y movimiento. Eran agresivos y violentos. Los campesinos les resultaban presa fácil, por lo que terminaron imponiéndose.

Las desigualdades en términos de fortuna traen rápidamente consigo distinciones de clase.

Los cazadores libran batallas y toman cautivos, pero no los esclavizan. O bien acaban con ellos o los integran dentro de la tribu.

Los pastores que lo han perdido todo, tienen que trabajar para el hombre rico. Quedan por debajo de este al hacerse dependientes de él.

Los pastores nómadas aprendieron pronto la utilidad de conservar la vida de los enemigos para convertirlos en esclavos.

Los salvajes pastores toman conciencia que un campesino muerto ya no trabaja. Así pues, por su propio interés y siempre que sea posible, deja al campesino con vida.

Inventan la esclavitud, gestando así la semilla del Estado, el primer caso de explotación económica del hombre por el hombre. Con la introducción de la esclavitud, casi se completa el Estado en sus caracteres esenciales. Faltándole solamente circunscribir su poder organizado a un territorio delimitado.

El hábito de la explotación de otros individuos, como mano de obra servil, lleva al hábito de gobernar a través de los medios políticos.

Estado de clases

El Estado es y ha sido siempre un Estado de clases. Originadas en las desigualdades de fortuna, que forjan características idénticas en todas las clases dominantes.

En todas las tribus pastoriles, se da una división social en tres categorías distintas: nobleza, hombres libres iguales y esclavos.

El Estado consiste en una clase que suma privilegios y posiciones dominantes a partir de poderes extraeconómicos. Y gobierna en su propio beneficio sobre todas las demás.

El Estado es solo una forma de cohesión política organizada. Una política de grupos sociales superiores e inferiores que se basaba en distinciones, tanto de clase como de propiedad.

El Estado primitivo de hombres libres e iguales entre sí, se termina convirtiendo en un Estado de clases. Por una ley inherente del desarrollo. En todo grupo de hombres, existen hombres fuertes y débiles, listos y torpes, precavidos y derrochadores.

Esto es así siempre y en todas partes, porque la humanidad comparte sin excepción una misma psicología. Los seres humanos tienen los mismos instintos y las mismas necesidades.

De hecho, el capitalismo y la sociedad de clases, son también una creación del medio político. Del poder de violentas conquistas y forzoso sometimiento.

Tanto el capitalismo como el socialismo, se originaron en Inglaterra. Su clase dirigente estaba esencialmente compuesta por conquistadores triunfantes, los normandos, y la clase sometida la formaban los sajones ingleses, que habían sido conquistados.

En Francia, los conquistadores francos y burgundios constituían la clase dominante. La población sometida, los descendientes de los celtas romanizados.

Se refuta así, por un lado, la tesis de la acumulación de capital, que sostiene que las clases sociales se formaron sin intervención del medio político. La formación de las clases sociales ocurrió en conjunto con el desarrollo del estado.

Y por otro, rebatidas las justificaciones filosóficas compiladas en la teoría sostenida por la mayoría de los pensadores políticos desde la ilustración, la teoría del “contrato social”. Sabemos que los grupos humanos nunca suscribieron tal pacto. La teoría del contrato social no es hoy más que una curiosidad histórica.

El Estado es una institución social, conformada por un grupo de hombres victoriosos sobre un grupo de hombres derrotados, con el único fin de regular el dominio del grupo victorioso sobre los vencidos, y salvaguardarse de las revueltas internas y los ataques externos.

No tuvo ningún otro propósito que la explotación económica de los vencidos por parte de los vencedores. Ningún Estado primitivo conocido hasta nuestros días se ha originado de otra forma.

En todas partes del mundo, alguna tribu belicosa de salvajes asaltando las fronteras de otra tribu menos violenta, estableciéndose en los territorios como nobleza, fundando sus Estados y explotando económica a los dominados.

El Estado es la raíz sociológica de todos los males.

Fuente:
Der Staat, Franz Oppenheimer, 1908

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